está fue una experiencia inigualable. aprendimos cosas q nunca habíamos vivido y visto, aprendimos a conocer como se comporta las personas de la etnia wayuu, y aunque hubieron muchos sentimientos encontrados como: tristeza, pena, alegría, peleas, entre otro, fue muy divertido hacer está investigación.
En éstas fotografías estábamos en camino a una rancheria, en una rancheria, y la mas importante en el cementerio de una de ellas. al momento de llegar a ésta rancheria fue muy triste, porque allí estaba enterrada una niña de 9 años, que sus padre no tuvieron ayuda económica, para llevarla al cabo de la vela.
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